Todo dado vuelta. El departamento, Luis no. De Luis se podría decir que estaba contorsionado. Eso sería justo. Que el departamento estuviera dado vuelta significaba que las sillas colgaban del techo y las mesas se encontraban hechas astillas después de haber saltado por el balcón.
Falto de muebles, Luis se sienta en el piso, cerca de la cocina que se escondió detrás de la cortina junto con el microondas. De ahí Luis puede cebarse mates con tranquilidad. De quererlo podría cebarse él, pero no estaba interesado en estar cebado y contorsionado a la vez. No. Luis quería llegar a los 50 con buena salud.