La situación de sentarse frente a un examinador en una entrevista laboral siempre incomodaba a Gaspar. Sin embargo estaba dominando sus nervios con asombrosa facilidad y la entrevista se desarrollaba con normalidad. De pronto llegó la pregunta que tanto teme. Frente a esta pregunta Gaspar suele ponerse dubitativo sin saber si responder con la verdad o con una mentira agradable. Gaspar cree que la honestidad es un valor importante y se inclina siempre por la primer opción. Entonces sucede lo siguiente:
Entrevistador: Cuentenos, ¿cuál es su sueño?
Gaspar: Ganar el Quini 6, mandar a todo el mundo a la mierda, comprar una isla desierta y pasar el resto de mis días ahí rodeado de putas en bolas y frutas tropicales.
Gaspar sigue escribiendo "Ocupación: Desempleado" en cada encuesta que recibe del INDEC.